5ª ETAPA: MJÓIFJÖRDUR - DETIFOSS - SELFOSS - LEIRHNJÜKUR - HREVIR - LAGO MYVATN



6 JULIO
Desayunamos en el hotel y emprendimos viaje hacia Mjóifjörδur. En la guía pone que la conducción en la carretera que lleva hasta el fiordo (carretera 953) no es nada fácil y os podemos asegurar que es totalmente cierto. En esta nos encontramos con un desnivel del 18% en algunos tramos, pero vale la pena por el paisaje que te encuentras….nuestra intención era llegar hasta la playa donde yace un buque oxidado, pero decidimos regresar a medio camino, habíamos tenido suficiente carretera y contemplamos el fiordo desde la distancia…





Nos dirigimos a Egilsstaδir donde paramos para comprar provisiones en el Bonus de la ciudad. De allí tomaríamos la nº1 para dirigirnos hacia la zona del Lago Myvatn. Iban a ser muchos kilómetros para una sola jornada.

El camino desde Egilsstaðir hasta el Parque Nacional Jökulsárgljúfur es prácticamente desértico. Vas encontrando distintas áreas de recreo y miradores a ambos lados de la carretera. En uno de ellos nos volvimos a encontrar con los túmulos de piedrecitas que ya habíamos visto en el sur de la isla.



La carretera discurre entre un mar de lava, hasta que nos encontramos con el río Jökulsá á Fjöllum, donde nos desviamos por la carretera 864 dirección las cataratas de Dettifoss y Selfoss. La carretera está llena de baches, es horrible. Para acceder a las cascadas hay dos carreteras, ambas discurren a lo largo de la garganta de Ásbyrgi, en nuestro mapa nos constaba que la carretera 862 era una F, por eso cuando vimos el desvío a la 864, lo tomamos, pero al volver a la 1 y encontrarnos con la 862, vimos que ya no era una F, y tenía muchísimo mejor aspecto que la que nosotros habíamos recorrido. Una lástima no haberlo sabido antes.

Cuando llevas recorridos unos 30 km por la tortuosa 864, encuentras el desvío a las cascadas. Desde el aparcamiento ya se oía el estruendo del agua de la que es la cascada más caudalosa de Europa, Detifoss,  bajamos justo al río a disfrutar del espectáculo del cañón y dar un paseo hasta la cercana Selfoss, que aunque más pequeña también es espectacular.









Antes de llegar al lago Myvatn nos detuvimos a ver el cráter Leirhnjükur y sus solfaratas, que es la mayor atracción y potencialmente más peligrosa de la zona de Krafla. Apareció en agosto de 1727, empezó siendo una fuente de lava y escupió material fundido durante dos años antes de calmarse. Ahora es un amenazante pozo de barro de sulfuro incrustado. Pudimos pasear entre la lava, en algunas zonas caliente.




A unos metros de distancia visitamos el cráter Viti. Cuando llegamos al borde del cráter nos encontramos que su interior está lleno de agua, como si fuera una piscina.


De allí nos dirigimos a la zona de Hverir, un paisaje lunar de calderas de lodo, respiraderos fumantes, radiantes depósitos de minerales y ardientes fumarolas. Tonos ocres, olor a azufre es lo que nos ofrece la zona.




Un poco antes de llegar al Lago Mývatn se encuentran los baños naturales de Mývatn de los que disfrutaríamos más tarde. Una vez en el lago nos dirigimos hacia el sur para visitar el enorme campo de lava de Dimmuborgir. Hay varios recorridos por la zona, nosotros decidimos tomar el llamado círculo de la Iglesia.





Y de allí a los baños naturales de Mývatn, que después de la larga jornada de coche era nuestra recompensa del día. Son la réplica del norte a la Laguna Azul. Son más pequeños pero ideales para relajarse después de una larga jornada como la nuestra.


Después de un relajante y merecido baño pusimos rumbo al camping donde íbamos a pasar esa noche, el camping de Heiδarbær en la carretera dirección a Húsavík.

Camping de Heiδarbær

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