11 JULIO
Emprendimos
camino hacia la península de Snaefellsnes,
dicen que es Islandia en miniatura, aquí puedes encontrar una muestra de todo
lo que hay en el país, fiordos, picos volcánicos, acantilados, playas doradas y
ríos de lava….
Accedimos a la península por la carretera 54. Nuestra primera parada fue en Stykkishólmur, el pueblo más grande de la zona. De aquí parten los barcos hacia Brjanslaekur, en los fiordos del Oeste. El pueblo es un lugar pintoresco con edificios de vivos colores y una impactante isla de basalto en su puerto. A la isla puedes acceder a pie por la calzada de piedras desde el puerto. En una colina sobresale una iglesia futurista con un campanario en forma de chimenea de barco (aunque a mí me recordaba más a Batman). Tras un paseo por el pueblo, comimos en un agradable restaurante llamado Narfeyrarstofa.
Después de comer
reemprendimos el recorrido. Queríamos ir a ver el campo de lava de
Bersekjahraun. Confundidos por nuestro mapa tomamos el desvío a la 56, creyendo
que luego encontraríamos un cruce a la 558, carretera que atraviesa el campo de
lava, pero no fue así. Valió la pena vimos unas hermosas colinas de tono rojizo y el lago Hraunsfjarδarvatn. Volvimos a la 54
y a pocos metros vimos el desvío a la 558 y así cruzamos el extenso campo de
lava de Bersekjahraun.
Rumbo a
la playa de Skarδsvík nos paramos varias veces para ir
fotografiando el paisaje y la fauna.
Una de las paradas fue en un mirador donde
podías contemplar el Snaefellsjokull, es un diminuto glaciar que corona
la cima del monte Snaefell (1446
m ), que Verne eligió como entrada al centro de la
tierra.

La playa de Skardsvík es una
preciosa playa de arena dorada.
La siguiente
parada fue la playa de arena negra de Djúpalónssandur, con varios pilares de
roca emergiendo del océano. También pueden verse cuatro piedras de
levantamiento en la playa, donde las tripulaciones medían la fuerza de un
aspirante a pescador. La arena est´cubierta de piezas de metal oxidado del
pesquero inglés Eding, que naufragó
en 1948.
Ésta fue nuestra
última parada en la penísnusla de Snaefellsnes. Esa noche dormíamos en
Reykjavík y decidimos emprender camino a la ciudad….¡qué pereza nos daba volver
a tener contacto con la urbe!...pero el viaje llegaba a su fin….
Antes de volver
a nuestro alojamiento en Reykjavík, pasamos a dejar el equipo de acampada en
Kópavogur.
No hay comentarios:
Publicar un comentario