Islandia no es
un destino para cualquier tipo de viajero.
No es
descabellado deducir que si alguien está leyendo este blog es porque está
interesado en descubrir ese lugar tan singular. Sin lugar a
dudas, singular es el adjetivo que mejor define este sitio que es capaz de
transmitirte tantas y tan poderosas sensaciones.
Difícil
describir en palabras todo lo asimilado durante el viaje, no solamente están
las casi 3000 fotos captadas por el sensor de la cámara si no todas las
imágenes captadas por esos dos sensores que tenemos llamados ojos. Otro montón
de miles de imágenes tanto estáticas como dinámicas adquiridas a lo largo de
algo más de tres mil kilómetros de conducción y archivadas en la memoria, las
cuales lamentablemente no se pueden descargar en un pen drive
¿Cómo describir
un día que nunca acaba, carreteras infinitas que no parecen conducir a ningún
sitio, la sensación de soledad en esas mismas carreteras, mantos de lirios
azules extendidos cuan virus intentando absorber la montaña, la sensación de
atravesar un mar verde cuando el viento agitaba los prados creando olas, y un
sinfín más de percepciones, sensaciones, emociones que te inundan sin poder
evitarlo?
Una vez de
vuelta de nuestro periplo por Islandia y habiendo visto nuestras deficiencias
logísticas, queremos aportar nuestra experiencia para futuros viajeros.